viernes, 28 de octubre de 2011

Capítulo I "La maga Viviana"

Era una noche tan oscura como la profundidad del océano, en un bosque tan siniestro como la propia muerte; una muchedumbre furiosa aullaba de rabia y perseguía con antorchas y horcas a un joven aldeano acusado de licantropía. El joven corría y corría intentando no desfallecer ante aquella gente llamada en el pasado “vecinos”, sabía que si se rendía lo matarían ensartado o lo quemarían en una pira, aunque el pobre muchacho tampoco tenía nada que perder y se lo planteó durante varias ocasiones. Había perdido a su padre con 3 años en la guerra, y a su madre hace apenas 4 días por el ataque de un dragón rojo, y ahora una desgracia más.

El joven  llamado Markus, tenía la cabellera negra como el azabache, un poco ondulada y descuidada, los ojos eran de un color azul tan intenso como en cielo y  a la vez tan cristalinos como el agua, era de una edad temprana, de unos 16 años, y su constitución era la de una persona demasiado delgada y un tanto débil. Sus ropas eran las de un granjero pobre y humilde, tenía agujeros cosidos por dosier y presentaban un aspecto un tanto desarrapado, además  se encontraba con numerosas partes deshilachadas por el uso.

Todo empezó 3 días atrás, cuando daban sepultura a su pobre madre, encontrada hace poco en la cueva de un siniestro dragón rojo como la sangre, desde aquel día  juró vengarse matando a la bestia, pero sus planes se torcieron al conocer a Viviana, una joven forastera que iba de paso por If, el pueblo, en busca de cobijo y una posada más o menos acogedora. Markus todavía no se encontraba muy bien después de aquella pérdida, pero la forastera presentaba unos aires misteriosos y un tanto interesantes que le obligaron a acercarse y preguntar.

-¿Necesitas algo?-preguntó con una media sonrisa desalentadora,  una mirada profunda y llena de tristeza, todavía se preguntaba por qué se acercó a aquella chica.
-Solo una posada y algo de comida.
-Aquí cerca se encuentra la Posada del Roble, si quieres puedo indicarte el camino-hablar con aquella forastera le distraía de los malos pensamientos y de sus planes vengativos, aunque todavía seguía afectado y eso se notaba en su rostro.
-Aceptaré encantada tu proposición, muchas gracias, ¿Y tu nombre es…?
-Markus, me llamo Markus.
-Mi nombre es Viviana, encantada de conocerte  Markus-dijo con una amplia sonrisa de oreja a oreja al ver el semblante tan afectado del muchacho, tratando de animarlo.
                                 
Cuando ya se hallaron en la posada y Viviana ya hubo pedido
una habitación, Markus se fijó en aquella hermosa chica, vestía una capa roja adornada por unos bordados dorados en las magas y en las puntas, llevaba puesta la capucha, pero aún así se pudieron distinguir sus ojos marrones, tan oscuros como la medianoche, poseía una larga cabellera rizada  de un color castaño claro como la madera de un pino. Entonces dio media vuelta y se marchó, pero a sus espaldas Viviana gritaba su nombre, indicándole que todavía no se marchara, entonces Markus se dirigió hacia ella y vio que le invitaba a sentarse a su lado en una de las mesas de la posada. Entonces dijo:

-Bueno  Markus, ya que somos amigos y nos acabamos de conocer, cuéntame algo de ti, ¿no? –dijo la chica con una manzana en sus manos a la cual, de vez en cuando le daba un mordisco.
-En realidad tengo poco que contarte, solo soy un simple granjero, mi vida se basa en labrar campos y faenar huertos, no soy un joven de muchas andanzas…-Markus ladeó la cabeza y miró de reojo a Viviana, mientras se rascaba la cabeza con la mano derecha en señal puro nerviosismo y a la vez forzaba una sonrisa, nunca antes había tratado con una chica, ni mucho menos con una tan hermosa como ella.
-Por cierto…hoy había mucha gente de luto… ¿Por quién ha sido?
    Markus no respondió enseguida, sabía que esa pregunta le dolía en lo más profundo de su alma, pero intentó responder para no perder la conversación con Viviana, que esperaba una respuesta impaciente. Markus bajó la mirada en señal de dolor.
-Era por…mi madre- una lágrima calló por el ojo izquierdo de Markus y recorrió su mejilla hasta encontrase con la mesa.
-Oh, lo siento mucho, no debía haberlo preguntado. ¿Te encuentras bien?-dijo con una mirada triste y cogiéndole del brazo para animarlo.
-Sí, sí, claro, n-no es nada, se me pasará -Markus se secó las lágrimas con la manga- yo…emmm…cuéntame algo de ti.
    Viviana sonrió.
-Bueno,  en realidad “tengo poco que contarte”-y soltó una pequeña carcajada- vengo de una escuela de magia de alto prestigio en otro continente, llamada “Colina Negra”, soy una maga veterana->>¿Con tan poca edad?<< pensó Markus- He venido a estudiar  hechizos que en otras escuelas  ya no pueden encontrarse, para ampliar mi “conocimiento”-y  volvió a reírse- haré lo que haga falta, incluso escalar un monte, de paso, también ayudo a los pueblos con problemas, como por ejemplo  los atacados por monstruos, es más, hace muy poco, en un pueblo anterior a este, una Quimera estaba haciendo una matanza con los pobres aldeanos, nada del otro mundo, un hechizo de hielo y la convertí en un témpano helado, después como el hielo se resquebrajaba, abrí el suelo a sus pies y la tierra se la tragó, después volví a cerrar el agujero y santas pascuas.
-Wow, a tu lado mi vida es un aburrimiento, ¿cómo es posible que seas maga veterana con tan poca edad?
-¡Pero si ni siquiera sabes la edad que tengo!-y se rió.
-Bueno, seguro que menos de 15 años no tienes.
-Las apariencias engañan, Markus.
-En este caso no-entonces fue él quién se rió.
-¿Cómo que no? Podría haber aplicado sobre mi perfectamente un hechizo de longevidad y no habrías notado ni en un ápice de mis rostro que tengo 80 años.
-Pero…¿no es el caso, verdad?- dijo el muchacho con un brillo de esperanza en sus ojos.
-No Markus, no lo es-y se volvió a reír-la verdad es que e pasado toda mi vida, incluso mi infancia, en una escuela de magia. Cuando era sólo un bebé mis padres me abandonaron a las puertas de una escuela de magia, dejando una nota que decía “Por favor, maestros de Colina Negra, apiádense de nuestra hija a la que acabamos de descubrir que posee un don mágico y que no podemos quedarnos por que si no la quemarían viva” así que, de paso que busco nuevas escuelas…también busco a mis verdaderos padres…
-Lo siento mucho, Viviana.
-No pasa nada, Markus, yo, la verdad es que…

De pronto, un gran estruendo alarmó a todos los ocupantes de la posada, gritos de socorro y desesperación se oían desde la lejanía, Viviana y Markus salieron alarmados de la posada, 6 licántropos enfurecidos habían traspasado las murallas del pueblo y estaban matando a los aldeanos, Viviana actuó rápido, lo primero fue pronunciar unas palabras de un hechizo en élfico que Markus no pudo entender y que desencadenaron una barrera mágica para proteger a los aldeanos, todos ellos se refugiaron detrás de ella, pero la cosa pintaba muy mal ya que solo era una maga contra 6 bestias furiosas y sedientas de sangre, que golpeaban la barrera que cada vez estaba más resquebrajada.

-¡Escuchadme todos, debéis huir del pueblo con vuestras familias o si no vuestra vida peligrará!- dijo Viviana un tanto agotada y nerviosa, la barrera estaba a punto de romperse.

Los aldeanos no dudaron ni un instante, cogieron a cada uno de sus familiares y pusieron pies en polvorosa de aquella situación tan peligrosa, pronto en el pueblo no hubo ni un alma, solo la presencia de los 6 licántropos impacientes por su sangre y Markus, cuando Viviana se dio cuenta de su presencia lo miró enfurecida y con el ceño fruncido.

-¡Que demonios estas haciendo aquí, Markus, huye o si no te matarán!- la arruga de su frente se izo más profunda al ver la negativa de muchacho.
-No, Viviana, no huiré, por muy poderosa que seas tú sola no puedes acabar con todos ellos…además, no tengo nada que perder… solo a ti.

    El rostro de Viviana se enterneció por un momento, pero justo entonces la barrera se rompió y las 6 bestias furiosas se dirigieron hacia ellos con la intención de hacer una matanza.

-Markus, apártate.

El rostro de Viviana se tornó más sereno, se tranquilizó ante aquella situación imposible y empezó a pronunciar otras palabras de otro hechizo en élfico que Markus tampoco pudo entender, aunque parecía tremendamente más poderoso que el anterior.

2 comentarios:

  1. Markus y viviana se quieren :D jejeje me gusta la forma en la que escribes explicas todo con detalle, es algo que me falta ami.

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  2. Nah no lo creo, tu también escribes muy bien ^^

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